¡Bellacos! ¡Malandrines!
¡¡AL ABORDAJE!!

Este año La Mostra pasa la ITV y se reinventa. Llega la acción... y la aventura. Y a mi la aventura siempre me ha puesto la cabeza del revés. Desde que en este país sólo había una televisión y emitían pelis en blanco y negro. Incluso mudas y con subtítulos. Pero eran otros tiempos... ¡aunque tampoco soy tan viejuno!
Yo nací en 1970, Y desde que tengo uso de razón, que puede ser 1977, recuerdo el cine de aventuras porque lo ponían en TVE, cuando TVE ponía anuncios y todo. Entonces no había más canales, ni internet ni nada de nada. Y la TDT era pura ciencia-ficción.

FIEBRE DEL SÁBADO TARDE
El día de la aventura era el sábado. Comenzaba después de la comida familiar. A la hora del café, que yo nunca tomaba porque era pequeño, llegaban los dibujos animados de "Mazinger Z". Para mi era como ir a misa: pura liturgia. Me sabía de memoria el nombre de todos los brutos mecánicos del Dr. Infierno: Deimos F3, Jairon G1, Garada K7... Todavía no conocía a Godzilla y siempre cateaba matemáticas, pero ya tenía toda la colección de cromos de la serie y sabía construir energía fotoatómica con mi Quimicefa en miniatura. "Mazinger Z" era el pistoletazo de salida de un día apoteósico... y sin cole.

PIRATAS Y TROGLODITAS
Después de ver el episodio pertinente de "Mazinger Z", llegaba la peli de la tarde. Y siempre era de aventuras. O por lo menos así lo recuerdo yo, porque a decir verdad, mi disco duro tenía -y tiene- una memoria bastante miniaturizada.
"Sesión de tarde" era un pasaporte al disparate y a la imaginación. Para un crío de finales de los años setenta, ver una epopeya reloca en mundos inimaginables era el acabose. Mi madre no tenía que llamarme la atención ni atarme a la silla, porque estaba callado y tieso como una momia. La tele me tenía hipnotizado. Y es que en la tele, la tarde de los sábados, tocaba aventura. Piratas, indios, vaqueros, colonos, cromañones, tarzanes, dinosaurios, indígenas, exploradores, tribus amazónicas, submarinos, zeppelines, avionetas con dos hélices, monstruos del fin del mundo... ¡de todo!

Y, como en toda aventura grandiosa, una pausa publicitaria para recuperar el aliento, ir a por la merienda y acomodarse para ver el final de la peli. (CONTINUARÁ...)

Y aquí, para hacer tiempo antes de la siguiente y última entrega de este coment, unas imágenes para sacar el chiquilicuatre que todos llevamos dentro...